Vuelta a Menorca en kayak: Etapa 7

Cala Mitjana - Sant Tomás (4Km - 1h)

En Cala Mitjana es recomendable levantarse pronto ya que, al ser una playa virgen con buen acceso en coche, es una playa muy frecuentada y a primera hora de los meses de verano ya empiezan a llegar bañistas.

En el siguiente tramo de la travesía hasta Cala Trebalúger pasaréis por el puente de N´Ali, un puente de roca con un encanto natural único que se puede atravesar incluso con un poco de oleaje.

También encontraréis unas de las mejores cuevas de Menorca con diferentes atractivos naturales como un pequeño túnel, una entrada de luz en el techo o pequeñas grietas de salidas, que harán la navegación más entretenida.

En Cala Trebalúger, una playa virgen de la costa sur sin acceso en coche, podremos parar a descansar y si os apetece remar por un entorno diferente lo podréis hacer por la desembocadura del torrente que encontraréis detrás de la playa.

Es navegable sus primeros metros según los años y las lluvias de invierno y primavera. A pocos minutos de Cala Trebalúger, llegaréis a las pequeñas playas vírgenes de Cala Fustam y Cala Excorxada, menos conocidas y, por tanto, menos frecuentadas.

A partir de aquí, el litoral de acantilados calcáreos empieza a bajar de altura hasta llegar al centro de la costa sur de Menorca, con las playas más largas de la isla. La primera es la playa de Binigaus, pero antes no os paséis de largo la cueva de los Contrabandistas, con una pequeña playa de 2 metros cuadrados al fondo. Una cueva con un encanto especial.

Las últimas paladas serán para llegar hasta la playa de Santo Tomás, con una urbanización donde comprar comida y agua, donde se encuentra nuestro centro, una buena ocasión en caso de necesitar algo para continuar la ruta.

Sant Tomàs - Cala Llucalari (4km - 1h)

Por la tarde es el momento de recorrer Son Bou, la playa más larga de Menorca. Navegar este tramo de la costa sur tan plano se hará un poco monótono, pero pronto se acaba. 

Una vez paséis por los altos acantilados que os permitirán abandonar la playa de Son Bou, llegaréis a Cala Llucalari. 

Es una calita virgen y agreste, protegida por acantilados imponentes que ofrecen un gran contraste respecto a la zona que acabáis de dejar atrás. Un rincón perfecto para pasar la noche.